Cuando el mundo no tiene respuesta o se vuelve incomprensible,
recuerda que un guerrero toma todo como un desafío




Creo que la vida en sí es un desafío. A todos nos hace luchadores, la diferencia está en que algunos toman la misión y otros esperan que alguien la tome por ellos.

Si la vida me hizo una luchadora, sería de cobarde sentirme apabullada ahora, que solo fue un pequeño rasponcito. Sé que últimamente siento que las fuerzas para luchar se me escapan, pero una fuerza interna, una fuerza inata me empuja a seguir luchando por mis sueños y a seguir intentando ser la mejor versión de mí misma que puedo ser. A pesar de que me caiga, sigo tratando de devolverle algo a la vida, que siempre me pega un poco, encandilándome con lo que está por venir

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