Harta

Quiero alguien que me quiera y lo demuestre, que me lo demuestre a mi, que se lo muestre al mundo, que no le de verguenza, que haga las cosas con gusto, que me quiera, que me ame, que me mime, que este siempre como yo lo estoy. No quiero esto, nunca quise esto que estoy teniendo ahora. Me provoca rotundo odio hacia mi misma y hacia las personas que me rodean (claramente sin sentido). 



Cambié en todo lo que pude cambiar, para que algo cambie.. cosa que nunca sucedió. Lo unico que me queda ahora es irme, a los volantazos desprolijos pero firme. Ya no puedo soportarlo. Tengo que limpiarme de nidos, de recuerdos, de personas que ya no me hacen bien.
Ahora me vas a tener que ver ir (de a poco, constante, pero firme) a mí que te dí tanto, que te acepte como mío, que abrí mi corazón, mi casa, mi familia. Insisto, ya no puedo soportarlo. Punto y aparte, ya dije mucho. Necesito por un tiempo no decir nada. 




"En algún momento, ya pasado el llanto, el desencanto y el orgullo, ella decidió dar el brazo a torcer. No fue una decisión fácil, cuanto menos no fue consciente. Hasta que un día despertó y se dio con el hecho consumado, él aún era parte de su vida. No le importó mucho, al fin y al cabo pocas cosas la entretenían tanto como jugar a pasar el tiempo entre su brazos. Las discusiones, la escenas de celos y volver a un lugar donde siempre la esperaban, con ojos abiertos, expectativa y alegrías renovadas.
Juntó fuerzas para no quererlo de verdad, para no extrañarlo ni necesitarlo. hasta que un día no necesitó hacer más fuerza, ya no lo quería, ni le necesitaba ni mucho menos lo extrañaba.

Entonces , casi como un gesto de nobleza, no le quedó más que esperar, en silencio, a que fuera él esta vez quien decidiera irse."




Siempre


En el recuento de mis ratos vividos, retazos de tu ausencia golpeaban contra mi paz. Esa ausencia que intentaba cubrir con otras personas, cosas, vicios. Esa ausencia que me dolía y trataba de hacer de cuenta que no, que no existía.
Vos sos mi paz, cada vez que te pierdo por mis caprichos de siempre, tengo miedo de no volver a la normalidad, a que ya no estes al lado mio... pero una rara fuerza del destino nos vuelve a unir. Siempre. Siempre fue así. Por mas que nos alejemos, nos odiemos, lo que se nos cante... siempre volvemos. El universo, las fuerzas del mas allá, la vida, o simplemente el destino conspira para que sigamos juntos. Porque el camino que nos queda es de a dos... vos y yo, y dudo de que ese camino algún día se corte. Te amo.