El es así, siempre con tanta paz. Me trasmite su paz. Su sonrisa, sus ojos, su cara, su voz. Todo. Perfecto. Él, yo, el momento. Todo es perfecto. Algo que amo. Amo que con él todo sea perfecto, que mi inseguridad se asegure, que mi infelicidad se ponga feliz, que mis miedos se pongan el disfráz de valiente y salgan a tropezar, poder ser yo, respirando el mismo aire que respira él.
Me habla, me enseña, me hace recordar, me escucha, me cuida … y me escucha, y me cuida, y me escucha, y me cuida … Otra cosa que amo. Que me preste toda su atención cuando le hablo, que me responda, incluso que me aconseje. Amo que se interese por lo que hablo, que me mire mientras lo hago, sobretodo que me mire con tanta seguridad.
Todo el tiempo me hace sonreir. También lo amo. Amo sonreir sin motivo alguno, y que me pregunte por qué lo hago. Pero, más aún, amo tener que decirle “por nada”, y tener que evadir la realidad, tener que guardarme el “sonrío porque me hacés feliz, porque me basta con sólo contemplarte por 5 segundos”. Y él ni se imagina mi ''por qué''.
Ya no recordamos el pasado y esta vez sonreímos los dos. Y adivinen que! Lo amo.. Amo saber que ya no hay nada entre nosotros, ni siquiera los recuerdos que tantas veces nos atormentaban. Amo saber que todo terminó(o en realidad, está empezando) bien, de la mejor manera.
Amo millones de cosas: amo verlo de lejos, mirarlo de cerca, tenerlo lejos, sentirlo cerca, tocarle las manos, rozar mi mejilla con la suya, que me haga reir a carcajadas, que me haga poner seria, que me haga sonrojar, que me hable, que me escriba, que me baile, que me haga enojar, que me mire, que me moleste, que me halague, que haga gestos, que me cuide, que me quiera, que me mime...
Amo que haga sentir que soy su vida y más, porque él es mi vida, y más.
Perdón por haberme equivocado tanto, por haber errado tanto, pero hoy estoy segura, segura de que quiero compartir mi vida con vos.
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